El curso escolar es una ruta. En ella, como aprendices adquirimos nuevas habilidades, conocimientos y finalmente, competencias. 

La primera parte de la ruta debemos enfocarnos en la puesta a punto. Esto lo podemos llevar a cabo mediante el encuentro con recursos de aprendizaje diversos para poder iniciar el recorrido del curso con todo lo necesario. Esto corresponde al primer trimestre.

El segundo tramo del recorrido, el segundo trimestre; necesitamos avanzar y asimilar los temas. En este momento debemos practicar los conocimientos con los que iniciamos contacto en el primer momento para poder afianzar las estructuras y a su vez los hábitos útiles para nuestro aprendizaje; sin embargo, al mismo tiempo, debemos revisar y reforzar los aprendizajes básicos. Estos aprendizajes, tales como la lectura, la comprensión, las matemáticas y la resolución de problemas; son los pilares que van a permitir que los avances se mantengan.

En realidad, el proceso de aprendizaje se asemeja a una espiral que se va ensanchando cuando se aprende y se avanza. Una espiral que nos permite revisar cada zona recorrida con anterioridad fortaleciendo los puntos débiles anteriormente trabajados.

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