- VERANO, una palabra que evoca sol, playa, descanso, juego… O puede ser un tiempo de tomar distancia de la dinámica del curso, desconectar de las presiones emocionales y el cansancio mental para retomar tareas que nos hacen disfrutar sólo por el acto de realizarlas.
- Es también una oportunidad de relajarnos y reflexionar sobre nuestro potencial. Por consiguiente, con la mediación adecuada se puede ir a por aquellos desafíos que quedaron a mitad del camino y que, sin presión pero con motivación serán la diferencia entre un nuevo curso con autoestima, seguridad y confianza u otro año cuesta arriba.
En Educrearte las clases de verano tienen tres ejes principales:
Primero, las clases tienen que disfrutarse, poder leer todo lo que nos apetezca, hacer mandalas y diseños creativos encontrando el estilo propio y escribiendo anécdotas, historias o artículos que desarrollen tanto la imaginación como el lenguaje escrito. Es a través de estas mismas actividades como se introduce, se refuerza y se practica el idioma, principalmente el FRANCÉS.
Segundo, las técnicas de estudio y la planificación se practican como un proceso de autogestión, de toma de decisiones, de organización personal que aportan seguridad en el avance y permiten tener las metas siempre presentes. Entonces, aquellas niñas y niños que asisten para recuperar asignaturas en septiembre tienen estructura para progresar tema a tema controlando su asimilación y ajustando cuando se necesite mayor profundización o práctica.
Tercero, las tareas relacionadas con el cálculo, los problemas y la gramática se aprenden con entusiasmo porque son actividades que se proponen dentro de un conjunto que, por una parte disfrutan y por otra gestionan y deciden.
Aun así nos faltaba una parte que siendo educativa propicie la exploración, expresión de sus emociones, comprensión de las habilidades emocionales y el contacto con la naturaleza. Por eso este verano tenemos las actividades en el huerto que disfrutamos tanto y aprendemos junto con el grupo a hacer esta tierra más sostenible.
En Educrearte también disfrutamos del verano. Por suerte, son dos meses en que hay tiempo para todo.
